Búsqueda personalizada

sábado, 25 de febrero de 2012

El mar es una sopa de… basura


Preocupados por la situación de la falta de cultura en la separación de los residuos, así como en el impacto de los productos plásticos en el ecosistema de nuestra madre Tierra, compartimos contigo esta serie de artículos y datos acerca de una realidad que más vale tener en cuenta.

A mediados del siglo XX, cuando comenzó la producción industrial de objetos de plástico, imaginaban un futuro utópico en el que este material librara al planeta de sus problemas: "El hombre del plástico vivirá en un mundo de coloridas y brillantes superficies, donde las manos de los niños no encontrarán nada que romper, sin bordes afilados ni esquinas cortantes, en el que no habrá grietas o recodos donde se refugien la suciedad o los gérmenes", escribieron en 1941 los químicos Victor Yarsley y Edward Couzens en su libro Plásticos, convencidos de la revolución que traerían los materiales sintéticos.

Por aquel entonces, la producción global no alcanzaba el millón de toneladas anuales de útiles plásticos. Hoy, cuando se generan más de 300 millones al año, la ciencia que estudia los mares revela cada día que esa fábula luminosa y aséptica se ha convertido en una distopía más propia de una ficción apocalíptica. El sueño de aquellos químicos ha tomado forma de pesadilla al advertirse cómo los océanos se están inundando con basura de la mejor calidad, esa que flota durante siglos entre algas, tortugas y peces.

Unas 260 especies marinas consumen estos materiales venenosos

Los plásticos han convertido regiones oceánicas enteras en tazones de "sopa con tropezones", en palabras de los expertos de la Fundación Alga-lita, dedicada desde hace tres décadas a la investigación de los residuos marinos. Un gaz-pacho sintético en el que se mezclan bolsas de supermercado, redes de pescadores, botellas... Y trozos milimétricos que algún día fueron un juguete o un electrodoméstico y que se han troceado y degradado hasta convertirse en uno de los problemas emergentes de este salmorejo tóxico: los llamados microplásticos, cuyo impacto real en animales y en personas todavía se está investigando.




El Proyecto SOUP

En enero de 1992 miles de patitos y demás animalitos de goma dieron un buen chapuzón en medio del Océano Pacífico. Uno de los containers del buque mercantil que los transportaba se abrió tras haberse caído por la borda. Quince años después los patitos empezaron a asomarse en las costas australianas y europeas: un poco maltrechos, eso sí, pero sanos y salvos. La anécdota sería graciosa si no fuera porque demuestra de manera contundente que los objetos de plástico que echamos al mar no desaparecen, a pesar de perderlos de vista.

Conozca el proyecto Soup, el cual busca sensibilizar a los espectadores sobre la enorme cantidad de desechos de plástico que se acumula en los océanos y en particular en esa zona al norte del Pacífico conocida como Garbage Patch, parche de basura, o también como sopa de plástico. Más de este tema en: http://noticias.lainformacion.com/arte-cultura-y-espectaculos/fotografia/un-oceano-de-basura_KSC3C0byVTEPLyJWjHtsB4/

¿Qué pasó con los patitos de plástico perdidos en el mar en 1992?

Los patitos corrieron con distinta suerte, unos llegaron, otros continúan su odisea.

Los patos eran parte de un cargamento de juguetes para baño que fue arrancado de la cubierta de un barco por una tormenta. Los náufragos -unos 28.800 juguetes entre patitos amarillos, hormigas rojas, ranas verdes y tortugas azules- han pasado los últimos 20 años presos de una corriente del Pacífico Norte que gira alrededor de Japón, Alaska y la Península Kodiak.

Cerca de un 2% de la carga ha tenido la suerte de recalar en alguna playa, otros más audaces llegaron a las costas Estados Unidos, América del Sur e incluso Gran Bretaña, y los más desafortunados quedaron atrapados por el hielo en el Ártico.

Pero la mayoría terminó en esa gran mancha de basura plástica, de una superficie dos veces superior a Hawai, que viaja por el Pacífico Norte.

Todos han ayudado a los científicos en su intento de dibujar los mapas de las corrientes marinas de esa región y los que llegaron a la costa ofrecieron invalorable información sobre la velocidad de estas corrientes.


A continuación un interesante artículo de Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno



Gigantesca masa de basura remolinea en medio del Océano Pacífico

La mayoría de la gente cree que sus envases plásticos vacíos son “reciclados” por la industria, pero ignora que un gigantesco basural sintético está creciendo a diario en el Océano Pacífico, justo frente a las costas continentales de EEUU y, exactamente, entre las coordenadas 135° a 155° longitud Oeste y 35° a 42° latitud Norte. Esta noticia oculta, que fue sacada a la luz por Alternet.net, es la historia periodística más censurada catalogada con el N° 12 en el último anuario del Proyecto Censurado de California, Censored 2012.

La gigantesca masa de basura que remolinea en medio del Océano Pacífico califica como la descarga de basura más grande del planeta, en una área de 1.694.000 kilómetros cuadrados. El Proyecto 5 Ciclos (5 Gyres Project) estima que al presente se han acumulado 143 mil millones de kilos de plástico en esa extension del Pacífico, que ha absorbido gran parte de la basura plástica de todo el mundo trasladada hasta allí por el movimiento de los cauces de agua de ríos y canales y las corrientes oceánicas.

No todo el plástico consigue ser reciclado, mientras la gente lanza negligentemente más envases vacíos. La basura plástica termina a menudo en sistemas de agua que las corrientes finalmente conducen a los océanos, donde muchas especies confunden esos desperdicios sintéticos con “alimentos” y esto genera efectos calamitosos para la vida marina.

Las tortugas confunden las bolsas plásticas con las medusas y los pájaros engullen envases vacíos de comida humana. Los ingieren pero no pueden digerirlos, así que sus estómagos se llenan de plástico y sufren la muerte por hambre.

Hasta el momento no existe una manera fácil de limpiar esta enorme acumulación de basura. Sin embargo, podemos evitar que empeore siguiendo una lista de 10 recomendaciones de la ONG Conservación del Océano, que cualquiera puede cumplir, atendiendo que en el concepto de vida menos es más. Por ejemplo, no comprar cosas que no se necesitan y elegir artículos que utilicen menor empaquetado. Otras acciones pueden consultarse en: www.oceanconservancy.org.

La ONG asegura que nadie es inocente en el aumento de la basura del Pacífico. Si alguien consume y desecha mercancías, es responsable de una cierta porción del plástico que termina en los mares, incluso si esa persona vive a cientos de kilómetros de la playa, pues se sabe de antaño que todos los ríos y canales conducen al mar. La basura que termina en una corriente de agua lejos del mar puede llegar a cualquier océano y, con la ayuda de las corrientes, se traslada hasta el gigantesco vertedero de basura del Pacífico.

Fuente:

·        “The Great Pacific Garbage Patch Is Bigger Than the Continental US: Here’s What We Can Do About It,” Jaymi Heimbuch, Alternet, July 13, 2010. http://www.alternet.org/water/147528/the_great_pacific_garbage_patch_is_bigger_than_the_continental_us%3A_here’s_what_we_can_do_about_it/?page=1

·        Proyecto Censurado: